martes, 6 de junio de 2017

Pequeñas charlas de Protocolo, Ceremonial y modales


Hoy entrego unas notas que componen mi nuevo libro. Deseo que lleguen a los lectores como en una conversación imaginaria. Esta obra se une a otros trabajos míos y, en especial, a “Protocolo, Ceremonial y normas del saber estar”, editada por Amazon en 2016.

Me parece que somos muchos los que intentamos hablar de esas disciplinas que fueron y son estudio constante a lo largo de los años. Admito que siento verdadero dolor cuando se desdeñan las normas más elementales en el diario convivir. Por eso, no me cansaré de luchar y de enseñar. El patrimonio riquísimo que recibí de mis maestros estará siempre en mis notas y artículos.

He recurrido al idioma inglés para titular este libro. Son pequeñas conversaciones imaginarias o cosas dichas al pasar. Tienen importancia en nuestra vida cotidiana y también cuando nos vestimos de etiqueta. En algunas he utilizado términos uruguayos porque aunque soy argentino, también poseo la nacionalidad uruguaya que me viene de lejos por vía materna.

Pequeñas conversaciones y encuentros muy cordiales se dan ahora en el espacio. En algunas, las normas y usos de comportamiento traerán recuerdos. Quizás nos llevarán a pensar que las palabras de cortesía suenan bien y no obligan. Acudo al Comendador de “Fuente Ovejuna” de Lope de Vega para no olvidar sus palabras: “Es llave la cortesía/para abrir la voluntad; y la enemistad/la necia descortesía”.

Dicen los italianos que “dietro le nuovole c’ é il sole.” Hay un aire de familia en estas pequeñas conversaciones para disfrutarlas. El gusto por el bien decir y el actuar no ha pasado de moda ni pasará. Aparecerá también aquí el Protocolo con su magia. Le debo respeto a esa disciplina y con orgullo lo cuido.

En estas pequeñas conversaciones encontrarán las enseñanzas de mis maestros. No los olvido y vienen siempre a mi memoria con sus figuras bonacibles. Cómo podría olvidar entonces aquellas clases en la Universidad de Oviedo en las tardes de invierno. Todo se quedó para siempre en mí. Las conservo como un tesoro en mi cuarto de “derrota”. 


Roberto Sebastián Cava

(*)Disponible en Amazon.com